
Por eso a Loli se le ocurrió que ésto podría evitarse si se consiguiese que los soportes de las señales fuesen elásticos, restando gravedad al impacto contra ellas. Una medida que beneficiaría no sólo a los motoristas, sino también a los conductores de otros vehículos.
Este matrimonio patentó la idea y lo presentó en la pasada Feria Internacional de Ideas e Inventos celebrada en Vilanova i la Geltrú. Ahora Loli espera que las administraciones públicas certifiquen el invento, y se interesen en implantarlo.
Además, el invento es barato, ya que su producción apenas cuesta 120 euros por soporte, lo que contrasta con los miles de euros que cuesta a los servicios públicos una muerte sobre el asfalto.
No tienen a una gran firma de ingeniaría detrás, pero Loli y Pachi ya han despertado el interés de los gobiernos autonómicos de Madrid y Barcelona, que no ven con malos ojos esta idea.
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