sábado, 19 de septiembre de 2009

Isola di sardegna: El quasi-continente

Decir que, pensando en el viaje pasado, la idea que yo tenía de cerdeña estaba equivocada. no porque me haya enfrentado a unas condiciones más duras de lo que esperaba a priori, sobretodo por el calor abrasador y sienta cierta decepción, sino porque sencillamente, estaba equivocado.

No es una isla virgen, posee la suficiente intensidad a lo largo de su historia como para verse, como el viejo continente, desgastada, madura de las guerras pasadas. Incluso las playas más recónditas, con un agua bastante cristalina, eso si, nos recuerdan que el hombre lleva tiempo pisándolas por la cantidad de latas, basura, cuerdas y restos de tormentas que llegan a sus costas. El mediterráneo nos recuerda que ya no es lo suficiente grande para todos nosotros...

Una ola de calor de varios días nos impidió disfrutar del viaje con comodidad.
Es más, puedo decir que 5 de los 11 días que estuvimos allí fueron un auténtico calvario... temperaturas que rozaron los 48-50 durante varios días y provocaron muchísimos grandes incendios. Mala suerte, porque como me dijeron los isleños, tanto calor ha sido algo excepcional... Eso nos trastocó todo el viaje, la verdad.

Sin embargo, al final de este viaje, tal vez lo menos importante haya sido la búsqueda de las soñadas pero no encontradas paradisíacas playas, dando lugar a una cierta fascinación por las amables contradicciones italianas... o tal vez debería decir sardas


Es una isla bastante grande, y cada región que compone sardegna posee sus propias tradiciones y costumbres, incluso cada una posee una variante dialectal del sardo (el idioma co-oficial de la isla) que hace que dependiendo de la zona dos sardos igual no se entiendan con facilidad. Como en sus paisajes, sus regiones son realmente diferentes...


El Viaje

Llegamos desde Barcelona en Ferry a Porto Torres, en la zona noroeste de la isla. Fuimos con Grimaldi, que creo que desde barcelona es el único que opera Sardegna, ya que es punto intermedio de su ruta Roma-Barcelona. 2 personas y moto ida y vuelta, 350 euros en julio. No es barato, pero realmente tampoco es caro si una de las condiciones de tu viaje es viajar con tu moto. 12 horas en butaca, eso sí. Aunque como no es el primer Ferry que cojemos, saco de dormir y al suelo.


Ferry en Barcelona


Norte de la Isla

Nuestro primer destino era Palau, región de Santa Teresa al noreste de la isla y en la zona de Costa Esmeralda, la más apreciada por la gente de "alto status" por sus playas blancas, restaurants carísimos y tiendas de alto standing, para cruzar a isla maddalena, la más grande del grupo de islas que forman el parque nacional de la maddalena. En Palau parten los ferrys que van hacia la isla. Pero el ferry de Grimaldi llegó con 9 horas de retraso, y llegamos a sardegna con la amenaza de caer la noche en breve.

Así que iniciamos la ruta desde porto torres por la carretera que discurre paralela a la costa. Es una zona de continuos promontorios y medianamente montañosa, desde la carretera veíamos algunos acantilados increíbles. La carretera se encontraba en buen estado, pero observo por primera vez lo que va a ser un habitual de todo el viaje: aquí no existen los arcenes ni las cunetas, y la mayoría de carreteras corren encajonadas por montañas o valles, pero sin escapatoría posible en la mayoría de los casos. Uuupss! También, al no haber arcén, ves peligrosamente CERCA algunos guardarrailes...

Otra cosa importante son las distancias: 50 kilómetros pueden ser pocos o muchos, dependiendo de la orogafía del terreno: Si el terreno cerdeño es suave y sinuoso la carretera es suave y sinuosa. Si el suelo es de montaña de granito fragmentado por el tiempo, prepárate que vienen curvas... Pero todas con asfalto en bastante buen estado.

A los diez minutos de estar en la isla, el susto: Carretera de montaña, sin arcén, de subida, sales de la primera de dos curvas enlazadas y: DOS ITALIANOS HACIENDO EN LINEA RECTA LA CURVA. Por suerte estaba atento y salvamos el cuello. Ahora lo considero el bautismo de fuego, el precio que hay que pagar para andar entre sardos, porque es cierto que aunque son bien particulares en su conducción, no volví a sentirme amenazado en ningún momento por la actitud de los italianos al volante. Más bien al contrario. Los únicos pitidos que se oyen son los de la gente saludándose entre sí porque allí todos se conocen, y al que no conocen ES GUIRI. Bien sencillo. Pero ni un insulto ni una palabra en voz alta ni un ademán. Bueno sí, sólo uno.

Se nos hizo de noche en Santa Teresa de Gallura, y tuvimos que buscar camping para dormir. El fresquito de la noche típico de las zonas de media montaña nos estaba dando una idea equivocada de lo que nos ibamos a encontrar. Pizzas, primer contacto con el suelo de la isla y a dormir.


Isla Maddalena

A la mañana siguiente partimos hacia Palau, centro neurálgico del turismo de la Región de Olbia, desde donde parten los ferrys hacia la isla maddalena. El ferry cuesta entre 15 y 20 euros cada trayecto, incluyendo las 2 personas y la moto. El viaje sólo dura 15 minutos.

En la isla estuvimos en un camping el la localidad de Moneta, muy cercana a La Maddalena, capital de la isla. En la localidad de moneta se encuentra el puente que conecta esta isla con la de Caprera, donde se encuentra la casa museo de Garibaldi, se encuentra protegida y no se puede edificar, lo cual es de agradecer. Posee unas bonitas vistas de la maddalena y de cerdeña. Aparte de las carreteras convencionales hay algunas vias de hormigón en muy buen estado que serpentean po los macizos del interior de la isla, os lo recomiendo.


Isla maddalena, playa de spalmatore y vista desde isla caprera

En maddalena, al norte de la isla se encuentra la playa de Spalmatore, desde donde se inicia la que ellos llaman via panorámica, la carretera que "bordea" la isla en su parte superior. Preciosas panorámicas.


Siníscola

De vuelta a Palau, seguimos nuestro camino hacia Olbia, ciudad que es el "centro" junto con Palau de toda la zona de costa esmeralda. La SS131, la autovía que baja por el este hasta el centro de la isla se encuentra en muy buen estado, parando en Siniscola, en un camping junto al pequeño pueblo de Santa Lucía.

Aunque donde paramos las playas no son de arena y están llenas de algas, lo más bonito son los grandes pinares ya desaparecidos en otras zonas del mediterráneo.

Cerca tenemos playas bonitas, aunque no tan espectaculares como las de Costa Esmeralda, como son las del pueblo de Caletta o Berchidda, aunque para llegar a esta última la carretera es muy revirada, pero es bonito el paisaje. Debido a la fuerte ola de calor no pudimos llegar hasta la zona de Cala Gonone, una de las playas más bonitas de esta zona centro, por lo que me dijeron los isleños.



Santa Lucía, Siniscola


cerca de capo comino, Siniscola


Nuoro - Orgosolo

De siniscola por la autovía nos trasladamos a Nuoro, y pasando por mamoiada llegamos al pueblo de Orgosolo. Pueblo de montaña que no tendría mucho misterio si no fuese porque en sus calles encontramos cientos de murales pintados en las paredes de las casas. Lástima que a las 3 de la tarde nos encontrásemos a más de 47 grados, lo que nos hizo titánica la visita al pueblo. Pero en condiciones normales, merece la pena perderse por la zona próxima a Orgosolo. Carreteras de montaña que suben y bajan por el extremo norte del PN nacional del Gennargentu, también de visita obligada.



Orgosolo, Nuoro


Región de Oristano


Debido al fuerte calor tenemos que cambiar nuestros planes y nos trasladamos al centro oeste de la isla, a Oristano, por la autovía y no por las secundarias como era mi intención. El calor es tan intenso que la moto no refrigera bien y tengo miedo de gripar la moto o tener algún problema mecánico. Oristano es una ciudad extraña, con una urbanización un poco caótica y muy difícil de orientarse, aunque el casco antiguo es bonito. Hicimos parada cerca de Arborea, junto al estanque de Santa Giusta. Esta zona, el centro Oeste de la Isla, es bien distinto de lo visto hasta ahora. Aunque no posee las soñadas playas de la zona de Costa Esmeralda de aguas cristalinas, tiene playas que están bien, aunque lo más interesante es la flora y fauna de la zona.


S'ena Arrubia y Stagno de Santa Giusta

Al ser una zona muy plana, posee muchos estanques y junto a las zonas de agua estancada anidan muchos pájaros y vemos muchas flores en las cunetas de las carreteras. Cerca tenemos pueblos muy bonitos, como arborea o cabras. Desde Cabras llegamos a San Giovanni de Sinnis, donde se encuentra el antiguo asentamiento de Tharros, en una posición privilegiada junto al mar. no eran tontos nuestros antepasados, no... Junto a Tharros hay varias playas que están muy bien. Un poco más al norte encontramos las playas de Is Aruttas e Is arenas, que merece la pena visitar, se encuentran muy cerca.




Tharros, San Giovanni de Sinnis

De nuevo por el problema del calor tenemos que desplazarnos a Alghero por Autovía. Alghero, fue una ciudad construida por emigrantes de la corona catalo-aragonesa a la isla, y para nosotros es con diferencia la ciudad más bonita que hemos visto en el viaje. Su arquitectura recuerda mucho a ciudades mediterráneas como el casco antiguo de barcelona, de hecho durante mucho tiempo se le llamó la Barceloneta. El centro histórico está muy bien conservado, y es un gustazo perderse por sus calles empedradas. Aún se puede escuchar a algún abuelete hablar un idioma muy parecido al catalán mezclado con sardo e italiano, que se puede casi entender por un catalanohablante. A unos kilómetro de alghero se encuentra la Grotte di Neptuno, aunque de nuevo el fuerte calor nos hizo desistir de visitarla.


Alghero



Península de Stintino

Más al norte encontramos la península de Stintino, zona muy verde y con playas muy bonitas rodeadas de apartamentos para turistas de alto standing. La mayor pega es que estas playas están siempre abarrotadas y hasta tuve problemas para encontrar aparcamiento para la moto!!!

Playa de la Pelosa, Stintino

Muy bonita la playa de la Pelosa. De allí nos trasladamos a Porto Torres, ciudad portuaria industrial, sin mucho más interés, aunque cerca se encuentran playas bastante bonitas como la de platamona, al este de la ciudad.


Playa de Platamona y ferry de vuelta a casa, snif...

recomendaciones culinarias: la cerveza de la isla por excelencia es la ichnusa. Una cosa habitual es pedir botellas de 0,66 cl para compartir, que salen mucho más barato que pedir cervezas individuales, y es lo que hace la gente de la isla. Limoncello y crema de Limón, que es típica y creo que exclusiva de la Isla. Licor de Mirto, aguardiente Filu e´ferru y Malvasía. Curioso el pan Carasau, unas láminas muy finas de pan usado antiguamente por los pastores ya que puede durar meses. En la zona de Nuoro encontramos familias que nos explicaron que sigue siendo habitual que las familias agricultoras se hagan sus propios licores, y damos fe de ello. En la zona de montaña, cerca de Nuoro y el Gennargentu se pueden comer platos de carne "de montaña", como el asado de oveja y cabra, aunque nuestra experiencia (que puede lógicamente ser parcial) fue que en general fuera de los típicos platos de pizza y pasta italianas (buenísima, eso si) no hay muchas más opciones en la mayoría de ciudades. Es difícil encontrar restaurants o bares que ofrezcan cocina de otros países. Para comer muy barato, no hay nada como sentarse en una mesa de los pequeños locales que hacen pizza para llevar y comérselas allí, por 11-12 euros comen 2 personas. De embutidos, el capocollo de cerdo y los extraordinarios quesos de la isla, como el pecorino